Buenos días, Señor
Buenos días, Señor, a ti el primero encuentra la mirada del corazón, apenas nace el día: Tú eres la luz y el sol de mi jornada. Buenos días, Señor, contigo quiero andar por la vereda; Tú, mi camino, mi verdad, mi vida; Tú, la esperanza firme que me queda. Buenos días, Señor, a ti te busco, levanto a ti las manos , y el corazón, al despertar la aurora: quiero encontrarte siempre en mis hermanos. Buenos días, Señor resucitado, que traes la alegría al corazón que va por tus caminos, ¡vencedor de tu muerte y de la mía! Gloria al Padre de todos, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos te alabe nuestro canto. Amén.
Oración para comenzar el día
Hago mi conexión con Jesús
• Al comiendo del día, escucho los sonidos que me rodean y descubro la vida que despierta en torno a mí.
• Abro el regalo que Dios me envía con este nuevo día, descubro el cariño que contiene y agradecido, abro mi corazón a su amor: “Señor, gracias por todo lo que hoy voy a vivir”.
• Pongo al servicio de Jesús mis cualidades, trabajos y esfuerzos de este día.
• Le entrego mis debilidades, mi barro, para que lo siga trabajando y lo convierta en una bella vasija.
• Abandono en sus manos mis proyectos, expectativas y preocupaciones: “Señor, que seamos como Tú quieras y no como quiero yo”.
• Abro mi corazón y le presento las personas que amo para que las bendiga.
• Pido su Espíritu para que inspire, ilumine e impulse todo lo que realice en este día.
Ilumina, Señor, mi mente para que sepa descubrir tu voluntad y para que viva unido a ti. Abre mis ojos para que vea tu acción y tu presencia en medio de mis hermanos. Abre mis oídos para que sepa oír con comprensión y con cariño. Inspira mi boca para que diga la palabra oportuna y, sobre todo, para que te comunique a ti.
Activa mis manos para que sepa servir. Dirige mis pies para que en cada momento, ocupe el lugar que Tú quieres.
Despierta mi corazón y apasiónalo por Ti y por tu Reino. Señor, que toda mi persona sea un instrumento del que te puedas servir para seguir amando.
Amén.
Al terminar el día
Busco a Dios en la vida
• Al finalizar el día me sereno y me dispongo a compartir mi día con un Amigo muy especial.
• Pido luz para reconocer las señales y la acción de Dios en este día.
• Le cuento a Jesús cómo me ha ido hoy: mis actividades, experiencias, encuentros, dificultades, estados de ánimos, etc.
• Le doy gracias por lo que hoy he vivido. No importa lo que haya sucedido, todo me puede ayudar a crecer. Señor, por todo, gracias.
• ¿Cuál ha sido el momento de mayor cercanía de Jesús? Jesús siempre nos sorprende, pero son claras las señales de su presencia: paz, motivación, libertad y alegría, perdón, esperanza, entrega, gratitud, etc. ¿En qué momentos del día he tenido esos sentimientos?
• ¿A qué me invitó hoy Jesús? ¿Qué propuestas me hizo? (en las personas, situaciones, sentimientos, deseos…)
• ¿Cuál ha sido mi respuesta?
• Le pido perdón por mis falsas y omisiones porque muchas veces me quedo a mitad de camino. Pi perdón a quienes hoy ofendí. Doy mi perdón a quienes me lastimaron. Me doy a mi mismo el perdón que Jesús me regala.
• Le presento las personas con las que hoy me he relacionado, con sus necesidades y deseos para que las bendiga.
• Sueño junto con Jesús cómo quiero ser y actuar mañana.
• Le renuevo mi amistad y mi deseo de amar y servir: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”.
• Le pido la bendición a María.
Otro día
Y da vuelta otra hoja del libro de mi vida.
¿Qué traerá el día que empieza?
¡Lo que tú quieras, Señor!
Pero te pido fe para mirarte
en todo lo que haga, piense y quiera.
Dame paciencia y humildad.
Dame desprendimiento
y un olvido total de mí mismo.
Dame, Señor, lo que tú sabes
que me conviene
y yo no sé pedir.
¡Que pueda yo amarte cada vez más
y hacerte amar de los que me rodean!
¡Que sea yo grande en lo pequeño!
¡Que siempre tenga el corazón alerta,
el oído atento, las manos y la mente activas,
el pie dispuesto!
¡Derrama, Señor, tu gracia
sobre todos los que quiero!
Mi amor abarca al mundo,
y aunque yo soy muy pequeño,
sé que todo lo colmas
con tu inmensa bondad. Amén.
Himno de las criaturas
Omnipotente, Altísimo, bondadoso Sensor,
tuyas son la alabanza, lá gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición..
y nunca es digno el hombre
de hacer de ti mención..'
Loado seas por toda criatura, mi Señor, y en especial loado por el hermano sol, '
que alumbra y abre el día
y lleva por los cielos noticias de su autor.
Y por la hermana luna,
de blanca luz menor,
y las estrellas claras que tu poder creó tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos. ¡Loado, mi Señor!
Y por la hermana agua,
preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde:
¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol
y es fuerte, hermoso, alegre; ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana tierra,
que es toda bendición,
la hermana madre tierra,
que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que perdonan
y aguantan por tu amor,
los males corporales y la tribulación: ¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave
sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen
la voluntad de Dios!
¡No probarán la muerte de la condenación!
¡Servidle con ternura y humilde corazón! ¡Agradeced sus dones, cantad su creación! ¡Las criaturas todas, load a mi Señor!
Oración de abandono
Padre mío, me abandono a ti.
Haz de mí lo que quieras.
Por todo lo que hagas de mí,
te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Todo lo acepto
con tal que tu voluntad
se haga en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en tus manos. Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón, porque te amo y es para mí una necesidad amarte y entregarme en tus manos sin medida,
con infinita confianza, porque tú eres mi Padre. Amén.
Oración de la noche
¡BUENAS NOCHES!
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.
Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
abríganos, Padre Dios.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.
Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu Santo: tres personas,
sólo un Dios. Amén.
Oración de la familia
Dios y Padre nuestro, te damos gracias porque nos diste la vida y un día quisiste reunirnos en este hogar.
Te damos gracias porque nos queremos y porque, a pesar de todas las dificultades, deseamos seguir siempre unidos.
Te pedimos que nos ayudes a mantener la paz
y la armonía en nuestro hogar,
a ser generosos los unos con los otros
y a saber perdonarnos cuando nos ofendemos.
Que no falte el pan de cada día en nuestra mesa.
Que tengamos salud y paz en nuestro corazón
y que no olvidemos nunca
que tú estás siempre con nosotros. Amén.
Oración por un hogar feliz
Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz.
Haz de esta casa una morada de tu presencia, un hogar cálido y dichoso.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a nuestros nervios, el control a nuestras lenguas, la salud a nuestros cuerpos.
Que los hijos sean y- se sientan amados y se alejen de ellos para siempre la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres de paciencia y comprensión, y de una generosidad sin límites.
Extiende, Señor Dios, un toldo de amor para cobijar y refrescar, calentar y madurar a todos los hijos de la casa.
Danos el pan de cada día,
y aleja de nuestra casa
el afán de exhibir, brillar y apar.ecer;
líbranos de las vanidades mundanas
y de las ambiciones que inquietan y roban la paz.
Que la alegría brille en los ojos, la confianza abra todas las puertas, la dicha resplandezca como un sol; sea la paz la reina de este hogar y la unidad su sólido entramado.
Te lo pedimos a Ti que fuiste un hijo feliz en el hogar de Nazaret junto a María y José. Amén.
Bendición de la mesa
(1) Bendícenos (+) Señor, y bendice estos alimentos, que de tu bondad vamos a tomar. Amén.
(2) Bendito seas, Señor, Dios del universo, por estos alimentos,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que hemos recibido de tu bondad
y ahora vamos a compartir.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
(3) Te bendecimos, Señor, porque nos das estos alimentos. Bendice a cuantos nos reunimos en torno a esta mesa familiar.
(4) Al reconocer en esta mesa y en estos alimentos
la bendición constante de tu amor y de tu providencia, te alabamos, te bendecimos y te damos gracias, Señor.
Oración en la espera de un hijo
Señor, Padre nuestro,
te damos gracias por el don maravilloso
con el cual nos haces partícipes
de tu divina paternidad.
En este tiempo de espera
te pedimos que protejas esta vida
llena aún de misterio, para que nazca
sana a la luz del mundo
y al nuevo nacimiento del bautismo, Madre de Dios,
a tu corazón maternal
confiamos nuestro hijo. Amén.
Por un familiar que está lejos
Señor, Dios nuestro,
tu nombre domina la tierra, tu gloria se extiende más allá del cielo.
A ti, que nunca abandonas a los que te buscan, que nos puedes liberar de todo peligro, te pedimos por...
Que cumpla con honradez sus deberes familiares, sociales, patrióticos y religiosos.
Que cuando lo podamos abrazar de nuevo, sea con salud y con alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración de los hijos por los padres
Padre bueno que nos mandaste a honrar padre y madre; escucha con benevolencia la oración que te dirigimos por ellos. Concédeles largos días de vida en la tierra y consérvales la salud del cuerpo y del espíritu.
Bendice sus trabajos y sacrificios.
Dales el ciento por uno de todo aquello que han hecho y hacen por nosotros.
Inspírales el amor a ti y el deseo de hacer siempre tu voluntad.
Haz que un día seamos su sostén y su consuelo; y que, después de haber gozado de su afecto en la tierra, tengamos la alegría de vivir eternamente con ellos en el cielo.
Amén.
Oración de un padre en el silencio de su corazón
Dame, oh Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil y lo bastante valeroso para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo; un hijo que sea inflexible en la derrota humana, y humilde y magnánimo en la victoria.
Dame, oh Señor, un hijo que nunca doble la espalda cuando debe erguir el pecho; un hijo que sepa conocerte a ti, y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental del conocimiento.
Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, agujereado por las dificultades y retos. Allí déjalo aprender y sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan.
Dame, oh Señor, un hijo cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos; un hijo que busque dominarse a sí mismo en vez de pretender dominar a los demás; un hijo que aprenda a reír, pero que también sepa llorar; un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca olvide el pasado. Y después que le hayas dado todo eso agrégale, te lo suplico, suficiente sentido del humor, de modo que pueda tomar la vida en serio pero sin tomarse así mismo demasiado en serio. Amén.
Oración de los matrimonios en peligro
Señor, tú que nos viste llegar al matrimonio llenos de amor y cargados de ilusiones. Tú que viste como con el tiempo se fueron muriendo las palabras dulces que tanto nos gustaban, los pequeños regalos, las atenciones; tú que viste como nació en nuestras vidas el egoísmo, las pequeñas infidelidades, la insinceridad, tú que sabes cómo, sin quererlo, fuimos adormeciendo el amor primero: no permitas que hoy o mañana nos toque llorar sus consecuencias.
Ayúdanos a descubrir todo lo bueno que hay en aquel (aquella) a quien siempre yo quise, para querernos de nuevo y volver a hablarnos frente a frente, y a ofrecer lo que siempre quisimos que se nos diera.
Ayúdanos a vivir una vida nueva en nuestro matrimonio, llena de esperanza e iluminada por la luz de tu Evangelio.
Que así sea.
Oración de la Tercera Edad
Señor, ¡enséñame a envejecer!
Hazme comprender que la comunidad no tiene culpa si ya no me encomienda responsabilidades ni pide mi opinión. Y ha llamado a otros para que ocupen mi lugar. Aleja de mí el orgullo de la experiencia vivida y el convencimiento de que yo soy necesario(a).
Que mientras poco a poco, me voy desprendiendo de las cosas, descubra en este cambio de responsabilidades una de las experiencias más interesantes de la vida que se renueva bajo el impulso de tu providencia.
Haz, oh Señor, que yo pueda ser útil todavía, contribuyendo con el optimismo y la oración a la alegría y al entusiasmo de quienes están desempeñando su papel, viviendo un estilo de vida humilde y sereno, en contacto con el mundo en continua renovación, sin quejas sobre el pasado, convirtiendo mis sufrimientos humanos en un don de reparación universal.
Perdona, si solamente hoy, en la tranquilidad, logro comprender todo lo que tú me has amado y ayudado. Que al menos ahora yo tenga viva y penetrante la percepción del destino de gozo que me has preparado y hacia el cual me has encaminado desde el primer día de mi vida.
¡Señor, enséñame a envejecer así! Amén.
Oración por un hijo en el servicio militar
Dios omnipotente y misericordioso: que tu bendición acompañe a nuestro hijo mientras esté lejos de casa para servir a la Patria como militar.
Tú, que eres amorosamente providente, aleja de él todo peligro corporal y espiritual.
Que nada pueda doblegar su fe en ti o debilitar en él la capacidad de buscar y hacer el bien. Bendícelo de tal modo que pueda retornar a nosotros más rico en valores humanos, con una experiencia mayor de fe y con más confianza en ti. Amén.
Oración al novio o a la novia
En mi corazón, Señor,
se ha encendido el amor por una criatura
que tú conoces y amas. Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí;
por quien ha puesto en mí toda la confianza
para su futuro; por quien camina a mi lado:
haz que seamos dignos el uno del otro;
que seamos ayuda y modelo. Ayúdanos a prepararnos a la grandeza
y a la responsabilidad del matrimonio
a fin de que, desde ahora, nuestras almas dominen nuestros cuerpos
y los conduzcan en el amor.
Te doy gracias por este regalo
que me llena de una alegría profunda,
me hace semejante a ti, que eres el amor,.
y me hace comprender el valor
de la vida que me has dado.
Haz que no malgaste esta riqueza
que tú has puesto en mi corazón;
enséñame que el amor es un don.
y que no puede mezclarse
con ningún egoísmo;
que el amor es puro
y no puede quedar en ninguna bajeza; que el amor es fecundo
y que desde hoy debe producir un nuevo modo de vivir entre los dos. Amén.
Oración del chofer
Dame, Señor, mano firme y ojo vigilante para que llegue sano a mi destino.
Protege a los que viajan conmigo: ayúdame a ser gentil con todos;
dame prudencia
para no cometer excesos
y haz que te vea en la naturaleza que me rodea. Amén.
Oración ante un enfermo
¡Oh brillante estrella de pureza,
María Inmaculada,
Nuestra Señora de Lourdes!
Gloriosa en tu Asunción,
Triunfante en tu coronación,
Muéstranos tu misericordia
Madre de Dios,
María Virgen, Reina y Madre,
Sé nuestro alivio, esperanza,
fortaleza y consuelo.
Amén.
Oración en caso de epidemias
Dios Padre, que nos creaste llenos de salud, ten piedad de tus hijos y líbranos de esta pandemia.
Señor Jesucristo, que curaste a tantos enfermos, sana en el cuerpo y en el alma a quienes sufren esta enfermedad y protege a quienes los atienden.
Espíritu Santo, otorga el don de tu ciencia a los que luchan por erradicar este padecimiento.
Santa María de la Caridad, ruega ahora por tus hijos enfermos y acompáñalos a ellos y a sus familiares en este momento de dolor.
Beato Olallo Valdés, que te enfrentaste a tantas epidemias muestra tu caridad a los médicos y enfermeros y tu paciencia a los contagiados para que juntos nos alegremos en esta vida y después en la eterna. Amén.
Oración del monaguillo
Señor Jesús, tu que me concedes el honor y la alegría De poder ayudar en el servicio del altar.
Ayúdame con tu bendición para que siempre lo haga con fe y amor.
Dame tu generosidad, para que dispuesto para Ti, siempre pueda estar.
Que todos los días te tenga presente en mi oración, como amigo fiel que eres Tú, Señor.
Que cada semana te visite en el sagrario, donde Tú me esperas para darme un abrazo.
Que todos los días lea tu Palabra en la Biblia, para alimentarme de ella, pues es luz para mis pasos.
Que siempre honre el sagrado lugar del altar, donde en la misa, Tú estas.
Que siempre esté pegado a tu corazón en la confesión, pues en ella Tú me das tu perdón.
Que siempre pueda acercarme a la santa comunión, donde Tú me alimentas con tu Cuerpo y Sangre, Señor.
Señor Jesús, protégeme en mi vida.
Guíame en mi camino y no permitas que nunca me aparte de Ti. Amén.
Oración del catequista
Señor:
Aquí me tienes para servirte.
Me Has escogido para ser catequista i Gracias, Señor!
Quiero ser tu enviado para anunciar tu Palabra y ser un signo de tu Amor y tu Fidelidad a mis hermanos, con sencillez con Fe y en comunidad.
Quiero vivir con entusiasmo con el Grupo que tú me has confiado, trabajando en la formación de su conciencia y de sus valores cristianos, rezando con ellos y por ellos cada día.
Compartiendo sus gozos, penas y esperanzas.
Dame fuerzas para ser con mi vida un testigo tuyo. Para sembrar la esperanza de un mundo mejor, y para vencer el mal que hay que vencer.
VIRGEN MARTA DE LA CARIDAD, discípula perfecta de Jesús tu Hijo, y Madre de todos los hombres dame la fidelidad a Dios, a los hombres, a mi Iglesia y a la historia que estamos viviendo.
Hazme dócil a la acción del Espíritu en mí y en cada uno de los hombres y niños que me confiaste. Amen.
Oración por los sacerdotes
"Ante todo, Señor, te agradezco que esos hombres hayan aceptado ser nuestros sacerdotes.
Gracias, Señor, por haberles otorgado valor para el sacrificio.
Gracias a ellos podemos alimentamos con el Pan de Vida, formar hogares cristianos, recuperar nuestra alma cuando la hemos perdido, y morir en paz.
Gracias, Señor, por los defectos de nuestros sacerdotes.
Si fuesen perfectos no entenderían nuestras debilidades. Señor, tú has visto mejor que nosotros.
Haz que, si tienen éxito, no triunfen; y, si fracasan, que no se desanimen.
Tu Reino no está ni en el éxito ni en el fracaso: está en el amor.
Guarda siempre a nuestros sacerdotes en el amor.
Ellos tienen que transformarse en pedagogos para los niños, en especialistas de los problemas domésticos para los matrimonios jóvenes, en sicólogos para la juventud, en maestros de ciencia y delicadeza en el confesionario. Olvidaba que tienen que responder en la calle a todos los saludos.
Olvidaba que tienen que recibimos siempre sonrientes, aunque estén medio muertos.
Olvidaba que tienen que ser cada domingo oradores, cantores y, algunas veces, organistas... en los días entre semana les es preciso ser electricistas, carpinteros, pintores, cerrajeros...
Señor, haz que juzguemos con la indulgencia que requiere a estos especialistas universales, que los juzguemos con la indulgencia que requiere tal programa incoherente e inhumano.
Quiero pedirte, Señor, caridad hacia nuestros sacerdotes. Caridad de pensamiento, pero sobre todo, de palabra.
Que comprenda que solo tengo un sacerdote que soportar y que él tiene que soportamos a todos... como epílogo, concédeme, Señor, la perseverancia en mi plegaria por los sacerdotes".
Amén.
Oración para pedir la lluvia
Dios, Padre nuestro, en quien vivimos, nos movemos y existimos: concede a nuestros campos la lluvia necesaria, a fin de que, asegurado nuestro sustento diario, podamos dedicarnos, con mayor tranquilidad, a conseguir los bienes eternos.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Oración para servir
Oh Cristo, para poder servirte mejor dame un noble corazón.
Un corazón fuerte para aspirar por los altos ideales y no por opciones mediocres.
Un corazón generoso en el trabajo viendo en él no una imposición sino una misión que me confías.
Un corazón grande en el sufrimiento, siendo valiente soldado ante mi propia cruz y sensible cirineo para la cruz de los demás.
Un corazón grande para con el mundo, siendo comprensivo con sus fragilidades pero inmune a sus máximas y seducciones.
Un corazón grande con los hombres, leal y atento para con todos pero especialmente servicial y dedicado a los pequeños y humildes.
Un corazón nunca centrado sobre mí, siempre apoyado en ti, feliz de servirte y servir a mis hermanos, ¡oh, mi Señor! todos los días de mi vida. Amén.
Oración por las vacaciones
Dios Padre y Pastor Tú quieres que no falten hoy hombres y mujeres de fe, que consagren sus vidas a! servicio del Evangelio y al cuidado de la Iglesia
Haz que tu Espíritu Santo ilumine sus corazones y fortalezca sus voluntades para que, acogiendo tu llamado lleguen a ser los Sacerdotes, y Diáconos Religiosos y Religiosas, misioneros y misioneras que tu pueblo necesita.
La cosecha es abundante y los operarios pocos.
Envía Señor, operarios a tu mies. Amen.
ORACIONES PRINCIPALES
SALMOS
ORACIONES A LA VIRGEN
ORACIONES PARA LOS NIÑOS
ORACIONES DEDICADAS A LOS SANTOS
ORACIÓN POR EL ANIVERSARIO 100 DE LA DIÓCESIS DE CAMAGÜEY
ORACIONES POR DIVERSOS MOTIVOS
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