- Detalles
- Escrito por Arzobispado de Camagüey
- Categoría: PORTADA
- Publicado el 25 Junio 2022
El día siguiente de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra el Inmaculado Corazón de María. Ambos corazones están unidos en el tiempo y la eternidad. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor y la alegría.
María es mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor maternal. Venerar su Inmaculado Corazón significa reverenciar el corazón físico y su persona, como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Veneramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás.
Ella, quien meditaba y atesoraba todos los signos de Dios en su corazón, nos llama a esforzarnos por conocer nuestro propio corazón, es decir la realidad profunda de nuestros ser, aquel misterioso núcleo donde encontramos la huella divina que exige el encuentro pleno con Dios Amor.