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- Escrito por Arzobispado de Camagüey
- Categoría: PORTADA
- Publicado el 28 Agosto 2023
Domingo, 27 de agosto de 2023. Escúchalo aquí
¡Muy buenos días a todos y feliz domingo! Vamos a comenzar nuestro encuentro dominical haciendo la señal de la cruz: EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN. Que la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Y CON TU ESPÍRITU. A continuación, con el canto,nos ponemos en la presencia de Dios.
Canto: Dios está aquí
Queridos hijos e hijas: hoy tengo la satisfacción de tener nuevamente en los micrófonos a Eva Varona Sáfora, laica de la Comunidad de la Parroquia del Cristo, en esta ciudad. A ella le pido que haga la lectura de la Biblia que luego comentaremos.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO, capítulo 16, versículos del 13 al 20
En aquel tiempo, cuando iban de camino hacia la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?’. ‘Ellos le contestaron: ‘Hay unos que dicen que tú eres Juan el Bautista. Otros piensan que eres Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas’. Jesús les preguntó: ‘Y según ustedes, ¿quién soy yo?’. Simón Pedro respondió: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo’. Jesús le dijo: ‘Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado ningún hombre de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no podrá contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo’.
Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
PALABRA DEL SEÑOR. GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS
¿Qué nos dice el Evangelio?
El Evangelio que acabamos de escuchar nos muestra a Jesús caminando, junto a sus discípulos, por la orilla del lago. “¿Quién dice la gente que soy yo?”, es la pregunta que les hace. Y después de que les dijeran las diversas opiniones (como pasaría hoy), Jesús los interroga directamente: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”.
Pedro da su respuesta llena de verdad, en la que confesó abiertamente la divinidad de aquel con quien llevaba varios meses compartiendo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Jesús, después de escuchar lo dicho por Pedro, le llama “bienaventurado”, “dichoso”.
Y Jesús le compromete aún más: “Pedro, yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo…”. Como sabemos, tener las llaves de una casa significa poder. Y Jesús no le habla a Pedro de las llaves de un reino terreno, sino del Reino de los Cielos. Pedro recibe el poder de atar y desatar, es decir, de absolver o condenar, de acoger o de excluir. Pedro recibirá para ello una asistencia especial del Espíritu Santo.De hecho, desde el primer día que conoció a Jesús, fue llamado por este último “piedra”. Y su Iglesia sería edificada sobre Pedro, sobre la piedra, la roca, de Pedro. Así Jesús le declara la misión de ser roca sobre la que se establecería la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios.
Desde los comienzos de la Iglesia, los cristianos hemos venerado al Papa y su labor nada fácil. Pedro es nombrado siempre en primer lugar, y hace frecuente uso de una especial autoridad ante los demás: propone la elección de un nuevo apóstol que ocupe el lugar de Judas; toma la palabra en Pentecostés y convierte a los primeros cristianos; responde ante el Sanedrín en nombre de todos; castiga con plena autoridad a Ananías y Safira; admite en la Iglesia a Cornelio, el primer no judío; y preside el Concilio de Jerusalén. Estos poderes espirituales tan grandes fueron dados a Pedro y a sus sucesores para bien de la Iglesia.
Una antigua fórmula resume en muy pocas palabras quién es el Papa: “Donde está Pedro, allí está la Iglesia, y allí encontraremos a Dios”. Nosotros queremos estar con Pedro, porque con él está la Iglesia, con él está Cristo, y sin él no encontraremos a Dios. Hoy día hay mucha gente confundida sobre quién es Cristo, qué es la verdad, qué es lo que debemos hacer. Hoy día hay mucho relativismo moral y se rechaza la verdad. Hoy día hay tantos falsos profetas, tantos falsos doctores, tantos falsos maestros de la ley… que debemos mirar a Pedro y sentirnos a su sombra, como aquellos enfermos que nos cuenta el libro de los Hechos que se contentaban con que, al menos, la sombra de Pedro les llegase cuando él pasara a su lado. ¡Sabían muy bien que muy cerca de él estaba Cristo!
El Señor se rinde. Esta madre que sufre acaba de conquistar el corazón de Cristo y provoca uno de los mayores elogios dichos por el Señor y, por supuesto, consigue el milagro. “Grande es tu fe”, le dice el Señor. “Que se haga lo que tú quieres”. Y al instante quedó curada su hija, señala el evangelio. Fue el premio a su perseverancia.
Los sucesores de Pedro, a quienes llamamos Papas, tienen la misión de ser la piedra sobre la que Cristo edifica su Iglesia y están llamados a ser signo visible de la unidad, autoridad y servicio en la comunidad eclesial.La historia ha mostrado a los papas como fundamento de la Iglesia y también, en ocasiones, como causa de escándalos, pero sus grandes pecados no la han destruido pues está sostenida por Cristo. Recemos siempre por los líderes de nuestra Iglesia. Démosle gracias por todas sus buenas obras, y cuando fallen, recemos con más fuerza por ellos.
Poco después de recibir esta misión, Pedro quiere evitar que Jesús sufra la pasión. Jesús lo va a reprimir severamente por su poca fe. A pesar de ello, Jesús mantuvo firme la misión encomendada a Pedro. Es la lectura que vamos a escuchar ahora y que nos leerá nuestra hermana Eva..
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS, capítulo 8. versículos del 31 al 34
En aquel tiempo, Jesús empezó a enseñarles a sus discípulos que Él tendría que sufrir mucho, que sería rechazado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que lo matarían, y a los tres días resucitaría. Les hablaba con toda claridad.
Entonces Pedro lo tomó aparte y se puso a reprenderlo. Pero Jesús, dirigiéndose a Pedro lo reprendió en presencia de sus discípulos, diciéndole:
‘¡Ponte detrás de mí, Satanás! Porque tú piensas como los hombres, no como piensa Dios.’
Después, Jesús reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
‘El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga’
PALABRA DEL SEÑOR. GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS
¿Qué nos dice el Evangelio?
Queridos oyentes: Pedro, el primer Papa, ha contestado a las preguntas de Jesucristo: “Tú eres el Mesías”. Por fin parece que todo está claro. Jesús es el Mesías enviado por Dios y los discípulos lo siguen para colaborar con él.Pero Jesús sabe muy bien que no todo está claro para sus discípulos. Todavía les falta aprender algo muy importante. Es fácil confesar a Jesús con palabras, pero todavía no saben lo que significa seguirlo de cerca compartiendo su proyecto y su destino. San Marcos dice que Jesús “empezó a instruirlos”. No es una enseñanza más, sino algo fundamental que los discípulos tendrán que ir asimilando poco a poco.
Desde el principio les habla “con toda claridad”. No les quiere ocultar nada. Tienen que saber que el sufrimiento lo acompañará siempre en su tarea de abrir caminos al reino de Dios. Al final, será condenado por los dirigentes religiosos y morirá ejecutado violentamente. Sólo al resucitar se verá que Dios está con Él.
Pedro se rebela ante lo que está oyendo. Su reacción es increíble. Toma a Jesús consigo y se lo lleva aparte para “reprenderlo”. Había sido el primero en confesarlo como Mesías. Ahora es el primero en rechazarlo. Quiere hacer comprender a Jesús que lo que está diciendo es absurdo. No está dispuesto a que siga ese camino. Jesús ha de cambiar esa manera de pensar.
Jesús reacciona con una dureza desconocida. De pronto ve en Pedro los rasgos de Satanás, el tentador del desierto que busca apartar a las personas de la voluntad de Dios. Se vuelve de cara a los discípulos e increpa literalmente a Pedro con estas palabras: “Ponte detrás de mí, Satanás”, vuelve a ocupar tu puesto de discípulo. Deja de tentarme. “Tú piensas como los hombres, no como Dios”.
Luego llama a la gente y a sus discípulos para que escuchen bien sus palabras. Las repetirá en diversas ocasiones. No las han de olvidar jamás. “El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga”.
Seguir a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno. Pero hemos de tomar en serio a Jesús. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de estar dispuestos a dos cosas. Primero, renunciar a proyectos o planes que se oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa.
UNA ENSEÑANZA PARA SU VIDA
Queridos todos: Escuchemos una enseñanza más para el día de hoy. Se trata de una reflexión que nos invitará, como dice el refrán, a hacer el bien sin mirar a quien.
UNA ENSEÑANZA PARA SU VIDA (MÚSICA)
SIEMPRE TENEMOS QUE HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN
El anciano, conmovido por el cariño que les tenía a los animales, decidió asistir a la criatura. Se acercó con calma y extendió su mano para sacar al gatico del profundo pozo donde se hallaba, sin embargo, el miedo había enfurecido mucho al gatico quien arañó ferozmente la mano del anciano.
El hombre, sintiendo un agudo dolor,retiró la mano, pero no dejó que esteincidente le quitara la idea de ayudar al pobre gatico.
Persistió en su noble misión extendiendo una y otra vez su mano a pesar de los arañazos. Alguien que pasaba, al ver la escena, se detuvo desconcertado y exclamó: “Oiga, deje de ayudar a ese gato, ya él saldrá solo de ese agujero”.
El anciano, que decidió no escuchar el comentario, continuó con su intento de salvar al gatico.
Cada uno de sus movimientos estaba lleno de una paciencia y amor inquebrantables. Finalmente logró sacar al gatico del pozo que lo aprisionaba. Luego, con una mirada serena. se dirigió al hombre que le había hablado y le dijo: “Hijo: es el instinto del gato el que le lleva a arañarme y causarme dolor, pero mi naturaleza y mi deber es amar y cuidar”.
En ese momento los rayos del sol caían sobre el bosque, bañando a la figura del anciano con una luz dorada que parecía enfatizar la profundidad de su mensaje. Miró hacia el horizonte con los ojos llenos de sabiduría que solo los años pueden brindar y concluyó diciendo: “Nuestros actos deben reflejar lo mejor de nosotros, no lo peor de los demás”.
Aprendamos la moraleja o enseñanza que nos da esta narración, y que es la siguiente: No debemos juzgar a los demás por su comportamiento en momentos de miedo o estrés. Debemos tratar a las personas con amabilidad y respeto no porque lo merezcan sino porque es un reflejo de nuestra propia humanidad.
Recuerda: siempre damos lo que somos. Así que escojamos ser el reflejo de la bondad en el mundo.
San Pablo, en su carta a los romanos, capítulo 12, versículo 21, escribió: “No te dejes vencer por el mal, al contrario, vence el mal con el bien”.
LA PREGUNTA DE HOY
Quisiera pedirle que no tome a mal las preguntas que le hago, pero quiero saber la verdad. ¿Es cierto que ha habido Papas corruptos? ¿La Iglesia oculta esos hechos? Gracias por sus respuestas.
Querida oyente, amante de la verdad: Cuando Jesucristo estableció su Iglesia, la quiso construir sobre los Apóstoles. Pero Jesús no hizo que los Apóstoles fuesen “impecables” como lo era él, es decir, que fuesen necesariamente santos.
La historia de la Iglesia ciertamente tiene numerosos ejemplos de Papas, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos santos; pero también de Papas, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos corruptos. La Iglesia nunca ha enseñado que sus pastores fueron todos santos. Al contrario, sabemos que somos todos grandes pecadores, y que el deseo de santidad y la santidad misma son un regalo de la misericordia de Dios. Ojalá tengamos siempre papas santos, pero no necesariamente va a ser así. El poder de Dios se muestra “en la debilidad”, como misteriosamente lo dejaba claro San Pablo (2Cor 12, 9-10); no confiamos en nuestra santidad, sino en la de Dios. Y si Jesús no quiso que los pastores sean necesariamente santos, pienso que tampoco lo debemos esperar nosotros. ¿Cómo puede ser que un Papa o un obispo sean grandes pecadores? Pues pregúntese primero: ¿cómo puede ser que usted y yo, bautizados, rescatados, nueva creación, nacidos de lo alto y de nuevo "por el agua y el Espíritu", creyentes en Jesús, experimentemos sin embargo todos los días los efectos del pecado? ¿Alguien puede decir que nunca ha pecado? La respuesta es la misma para usted, para mí y para los papas.
Finalmente le hago saber que la Iglesia tiene registrados todos los hechos de Papas corruptos: nada se oculta. Los hechos están ahí, registrados por la historia. Hay grandes enciclopedias con las vidas de los Papas, que se pueden consultar en las buenas bibliotecas. Todos los documentos pontificios y eclesiásticos en general se guardan en los archivos, abiertos a los historiadores sin restricción por motivos religiosos. La fábula de una Iglesia que "oculta" estos hechos es creación de mentes trastornadas por el fanatismo. Me gustaría saber de alguna institución de este mundo nuestro que se haga más responsable de su gente y de su historia que nuestra Iglesia. Ninguna como ella ha tenido la valentía de dar a conocer y presentar ante la justicia a los pastores que se han corrompido.
PADERE NUESTRO
Como en cada domingo, los invito a rezar la oración de los hijos de Dios, el Padrenuestro:
Padre nuestro que estás en el Cielo
santificado sea tu Nombre
venga a nosotros tu Reino
hágase tu voluntad
en la tierra como en el Cielo
danos hoy nuestro pan de cada día
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.
AVEMARÍA
También pedimos la protección maternal de la Virgen de la Caridad rezando el Avemaría: DIOS TE SALVE, MARÍA…Dios te salve María
llena eres de Gracia
el Señor es contigo
Bendita tú eres entre todas las mujeres
y Bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
Santa María Madre de Dios
ruega por nosotros pecadore
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
DESPEDIDA
Terminemos nuestro encuentro recibiendo la bendición de Dios. Bendición que vaya sobre el Papa Francisco y sus colaboradores para que el Señor los asista en su delicada misión de guiar al Pueblo de Dios en este mundo nuestro tan convulso. Bendición que llegue también a las personas que se han alejado de la Iglesia por el mal ejemplo de algún pastor, para que no olviden el mensaje de Dios, sepan perdonar y volver nuevamente a su Iglesia. Y una bendición que alcance igualmente a todos los enfermos, los presos y los que se sienten solos.
Inclinen sus cabezas y respondan a cada oración rezando con la palabra AMÉN, que, como sabemos, significa “así es”, “así lo deseo”, “así lo creo”.
Que Jesucristo, el Señor, esté siempre a su lado para defenderlos. AMÉN. Que él vaya delante de ustedes para guiarlos y detrás de ustedes para protegerlos. AMÉN. Que él vele por ustedes y los sostenga. AMÉN. Y que la bendición de Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias y los acompañe hoy y siempre. AMÉN.
Dios mediante, y micrófono por medio, nos veremos el próximo domingo a las 9 de la mañana y por esta Emisora Provincial.
¡QUE TENGAN UNA BUENA SEMANA!
Canto: Te alabaré