San Pedro y San Pablo, Apóstoles
La Iglesia celebra hoy la vida de fe, amor y servicio de estos dos hombres en favor de la propagación de la Buena Noticia. Sus vidas son testimonios del seguimiento a Jesús.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Esta advocación mariana es la patrona de los Padres Redentoristas y de Haití. El ícono original está en el altar mayor de la iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
El ícono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 X 17 pulgadas, muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza[1].
El origen del ícono es incierto, se estima que el cuadro fue pintado durante los siglos XIII o XIV y parece ser copia de una famosa pintura de Nuestra Señora que, según la tradición, fue pintada por el mismo San Lucas. La original se veneraba en Constantinopla como una pintura milagrosa pero fue destruida en 1453 por los turcos cuando tomaron la ciudad[2].
Se le atribuyen muchos milagros y es patrona de los financieros. Hay más de 20 institutos religiosos bajo su amparo y advocación.
Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
¡Santísima Virgen María, que pata inspirarme confianza has querido llamarte Madre del Perpetuo Socorro! Yo te suplico que me socorras en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. Concédeme ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a ti; porque estoy seguro que si soy fiel al invocarte, tú serás fiel en socorrerme. Alcánzame pues la gracia de acudir a ti sin cesar con la confianza de un hijo, a fin de obtener tu perpetuo socorro y la perseverancia final. Bendíceme y ruega por mi ahora y en la hora de mi muerte. Amén[3].
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
El primer día de junio, el Papa Francisco nos dijo: “Hoy comenzamos el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, fuente de amor y de paz. Ábranse a este amor y llévenlo a los confines de la tierra, testimoniando la bondad y misericordia del Corazón de Jesús”.
Inauguración de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús
El 26 de junio de 1920 queda inaugurada esta bella iglesia, costeada por la gran benefactora principeña, la Srta. Dolores Betancourt y Agramonte. Desde el año 1859 los Padres Escolapios lograron abrir las Escuelas Pías en Camagüey y la Capilla de este Colegio estaba en malas condiciones constructivas, además ubicada en dirección transversal al Colegio.
Solemnidad de la natividad de san Juan Bautista
Nos relata san Lucas en su evangelio que “Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan.» Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.» Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. El pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él” (capítulo 1, versículos 57 al 66).
Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María
El día siguiente de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra el Inmaculado Corazón de María. Ambos corazones están unidos en el tiempo y la eternidad. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor y la alegría.
Te deseo lo suficiente
Hace poco tiempo cuando estaba en el aeropuerto escuché por casualidad a una madre e hija que se estaban despidiendo...
Cuando anunciaron la partida del vuelo ellas se abrazaron y la madre dijo:
- Te amo y te deseo lo suficiente.
La hija respondió:
- Madre, nuestra vida juntas ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado. También te deseo lo suficiente.