El santo del día - San Agustín
Novena a la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba. Año 2020
Por Neidys Hernández Avila
Hemos vivido un año inusual, que nos ha cambiado las costumbres. La llegada de la COVID-19 nos ha desprogramado y nos ha situado en un modo particular de vivir y por qué no, de expresar nuestra fe. A esta experiencia de pandemia se suma una realidad particular en nuestro país: la avalancha de una crisis económica que ya estaba, pero que se ha agudizado de una manera solapada detrás de la enfermedad, las carencias de todo tipo afloran como una nueva epidemia que nos paraliza y desespera.
Sin embargo, en medio de todas estas pruebas, está la invitación a perseverar en la fe, y a descubrir en todo la mano amorosa de Dios que nos auxilia y nos dice: «No temas, yo estoy contigo»
Queremos en esta novena, ofrecer a nuestras comunidades y pueblo creyente, una razón para seguir esperando en Dios de la mano de María, ella que no estuvo libre de pruebas y supo confiar incluso cuando todo parecía desvanecerse. A ella le pedimos que interceda por nosotros y nos ayude a salir adelante comprometidos responsablemente con la construcción de una patria mejor y afianzando nuestra confianza en Dios.
Esquema del encuentro de cada día.
1. Canto inicial.
2. Señal de la Cruz.
3. Oración para todos los días.
4. Motivación inicial. Cada día se ofrecerá un hecho de vida que introduce el tema de oración y reflexión. El mismo está elaborado de forma que pueda ser escenificado o en su defecto, leído por varias personas; (todo esto conlleva una preparación previa). Acabada la representación el guía de ese día puede introducir a un pequeño debate sobre el tema representado.
5. Iluminación bíblica. Para cada día se propone un texto bíblico para iluminar la realidad que vivimos.
6. Compartir la Palabra (Reflexión). Luego viene una pequeña reflexión sobre cada tema. La esencia de esta reflexión es mostrar cómo María es Maestra que nos enseña a vivir cada virtud de acuerdo a la Palabra de Dios.
7. Canto intermedio.
8. Decena del Rosario. Ofrecida por las personas de las que se ha tratado en el tema de ese día y por la gracia que cada uno quiere pedir a la Virgen durante la novena.
9. Compromiso personal. Se formula un compromiso personal. Es aquello en lo que se puede comprometer a vivir en el día, o al siguiente día, depende de la hora en la que se celebre la Novena. De ser posible, se puede tener el gesto de escribirlo en una pequeña tarjeta e irlos conservando para la Misa del día 8 donde se pueden presentar en el altar, junto al pan y al vino.
10. Bendición. Al final se recibe la bendición, de no ser posible se concluye con la siguiente fórmula:
El Señor Todopoderoso, nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
11. Canto final.
12. Gesto comunitario. Cada día se les pide a todos los que participan en la Novena, que traigan al encuentro algo sencillo para compartir con un hermano necesitado. No tienen que ser muchas cosas, simplemente algo que crea que a otra persona le puede ser de gran ayuda y cada día se ofrece. Nueve signos sencillos para personas necesitadas.
Se recogen en una caja y acabada la celebración, se entregan a la familia más pobre que exista en el barrio por donde se celebró la Novena en ese día. Puede ir una representación de la comunidad o bien la llevan los fieles que en la comunidad se encargan de organizar la acción caritativa de la iglesia.
Hasta aquí esta sencilla guía, que no puede ser más que eso. Por ello, te animamos a que despiertes tu creatividad y personalices esta Novena con tus propias ideas.
Un abrazo fraterno en Cristo y María.
Dar la vida por la Vida
Por Neidys Hernández Avila
Cuando se entrega la vida, esta vida, para alcanzar la Vida eterna se tiene la certeza absoluta que ganamos el Cielo.
Juan el Bautista, pariente de Jesús, cuya vida estuvo marcada por el sacrificio y su misión fue de mensajero del Mesías; llama a la conversión, al arrepentimiento y al bautizo con el símbolo del agua que prefigura al Sacramento del Bautismo, y muere a causa del odio. El mismo Jesús inicia su vida pública después del bautismo de conversión en el rio Jordán (Mt 3, 13-17), por Juan el Bautista. Éste enseñó sobre moral en el trabajo, pues les pedía a los recaudadores de impuestos, a los soldados y a todos que trabajaran de manera justa (Lc 3, 12-13). Parece ser que era bastante famoso porque el movimiento que inició tuvo seguidores en tierras lejanas y existe información sobre su vida en otros textos además del Nuevo Testamento (Lc 3, 3-22). Su arresto afectó a Jesús porque lo amaba (Mt 11, 1-19; Lc 7, 24-35).
Juan el Bautista además de anunciar la llegada del Mesías y la conversión del corazón, denunciabaa los que vivían en pecado de manera pública y decíala verdad para que rectificaran y encontraran el camino de Dios. Esto es lo que le sucede con la mujer del gobernador de Galilea, Herodías, quien lo odiaba por criticar su traición a Herodes Filipo I, su ex esposo y hermano de Herodes Antipas, gobernador en ese entonces y su amante.
Esta mujer a la primera oportunidad, tomó venganza y convenció a su amantepara cortarle la cabeza a Juan Bautista. La Biblia no nos dice qué pasó luego con esta mujer, pero dudo que su conciencia la dejara dormir en paz después de un acto de tanta maldad y luego, al morir, solo Dios sabe en qué lugar está su alma.
La Madre Iglesia nos enseña que según sea nuestro comportamiento en el paso por esta vida terrena, el día del Juicio Finalllegaremos o no, a estar cara a cara con Dios. Recordemos en la Biblia el pasaje de Lázaro y el rico (Lc 16, 19-31).El primero que vivió en la pobreza y luego goza de las alegrías del Cielo.El segundo, que era inmisericorde, le tocó el lugar del castigo. La parábola presenta entre los dos lugares hay un abismo infranqueable por lo que resulta imposible pasar de un lugar al otro.
Así seremos juzgados todos “al atardecer de la vida”, como reza una bella canción. Para Juan Bautista, quien pasó haciendo el bien, quien fue mensajero del Padre y dio su vida por la Vida Eterna, sí estamos seguros que goza del Cielo. Ese Cielo al que todos queremos llegar un día.
Hay una larga lista de santas y santos que, al igual que Juan Bautista, dieron su vida para alcanzar la Vida eterna y la dieron con alegría.Desde los primeros cristianos que eran arrojados a los leones en el circo romano por seguir a Cristo, hasta los que hoy sacrifican sus vidas para salvar a otros del Covid-19.Damos agracias por esta entrega y amor.
Ahora nos podemos preguntar: ¿vivo acorde a las enseñanzas de Dios para alcanzar el Cielo? ¿Doy testimonio del Dios vivo? ¿Cumplo los Mandamientos? ¿Hago oraciones diarias? ¿Tengo a Dios en el centro de mi vida? ¿Estoy dispuesto yo a sacrificar mi vida para alcanzar la Eterna? Estas y otras preguntas nos pueden ayudar a reflexionar.
Santa Mónica, patrona de las madres y la familia
Por Neidys Hernández Avila.
Cada persona es única e irrepetible, Dios nos ha dado un ADN, unas huellas digitales y órganos únicos. Así sucede con los hijos. Las madres que tenemos más de un hijo, sabemos que cada uno es diferente aunque sean del mismo padre.
Hay hijos que difieren más de los padres en cuanto a forma de pensar y actuar, y otros que no. Lo que si no podemos cansarnos es de rezar por ellos. Los hijos son la mayor alegría que una madre pueda experimentar, son el complemento y razón de una mujer y aunque algunas no sean madres, pero sí son tías, también experimentan este placer.
Santa Mónica, cuya memoria celebramos hoy día 27 de agosto, es patrona de las madres y a la vez mamá de San Agustín. Ella sufrió en su matrimonio, pues el esposo que no era católico,era un buen trabajador, pero de genio fuerte. Tuvieron tres hijos y el mayor, Agustín, heredó el carácter de su padre. Ella sufría mucho con sus desplantes y los fuertes estallidos de ira. Mónica rezaba y ofrecía sacrificios por su esposo, que se convirtió al catolicismo y fue bautizado antes de su muerte.
Mónica rezaba constantemente por la conversión de su hijo Agustín, que había sido enviado a estudiar a Cartago y se había enrolado en una secta anticristiana. Ella lo siguió por varias ciudades de Italia y lloraba por la pérdida espiritual de su hijo. Tuvo una revelación de una voz que le dijo: “tu hijo volverá contigo” y también es famosa la respuesta que un obispo dio a Mónica cuando le contó que llevaba años rezando por la conversión de Agustín, cuando le dijo “es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”.
Y así fue como Agustín, el hijo descarriado de esta santa mujer se llegó a convertir y hoy en día es Santo, Doctor de la Iglesia y guía de tantos jóvenes que buscan a Dios en su corazón. Muchas madres y esposas se han encomendado a Santa Mónica para que les ayude a convertir a sus esposos e hijos. Aquí les dejamos esta poderosísima oración:
Oración de las madres por la fe de los hijos:
Padre y Señor nuestro, fuente de toda vida, somos madres cristianas. Con tu bendición y la cooperación de nuestros maridos, hemos concebido para esta vida temporal a nuestros hijos. Pero nuestra misión no termina con el nacimiento de los hijos: queremos también concebirlos para la vida eterna.
Para lograrlo, insistimos con igual devoción y constancia que santa Mónica en estas peticiones, repitiendo esta súplica: ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Padre que, como santa Mónica, guiemos a nuestros hijos hacia ti con nuestra propia vida, más decididamente cristiana cada día. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que nos esmeremos en lograr la plena cooperación de nuestros esposos en sembrar y consolidar la fe de nuestros hijos. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que, como santa Mónica, tratemos bien a nuestros hijos, y procedamos en todas las circunstancias con dulce serenidad, autoridad y amor. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que estemos pendientes de la evolución del carácter de nuestros hijos, y atentas a los diversos ambientes en que se desenvuelve su vida. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que de tal modo comuniquemos la fe de nuestros hijos, que ellos se preocupen de vivirla y transmitirla a los demás. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que, si brotara de alguno de nuestros hijos o hijas el germen de una consagración religiosa o sacerdotal, seamos generosas colaboradoras de su vocación. ¡Ay
údanos Padre y Señor nuestro!
Para que transmitamos a nuestros hijos el conocimiento y amor a la diócesis y a la parroquia en que vivimos, y les enseñemos a colaborar con ellas. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que, si algún hijo nuestro se desvía del buen camino, los padres sepamos cercarlo de amor, oraciones y consejos, hasta conseguir su retorno a la fe y a la práctica religiosa. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Para que, en el trato con otras madres, nos interesemos por sus necesidades, despertemos en ellas su responsabilidad cristiana y logremos integrarlas a la vida de la parroquia y de la Iglesia. ¡Ayúdanos Padre y Señor nuestro!
Misión País Cuba, un sueño hecho realidad
Por Merlis Pereira Velázquez
Desde el 10 de agosto se desarrolla Misión País Cuba (MPC) en alrededor de dieciocho zonas de las diócesis de Camagüey, Ciego de Ávila, Holguín y Bayamo-Manzanillo. Hasta el día 21 de este mes se extendió la jornada misionera en algunas de estas zonas pastorales. Juan Pablo Olazábal Méndez, uno de los coordinadores nacionales de MPC, explica los detalles de cómo se vivió este año la misión en la Arquidiócesis de Camagüey.
¿Qué es y qué no es la iglesia? Parte II
Por P. Ignacio Zaldumbide Vilor
Etimología
El significado de la palabra Iglesia proviene del griego ecclesia, que, a su vez, traduce la palabra hebrea qahal: asamblea de los convocados.
En el Antiguo Testamento el término designa a Israel como la “comunidad santa” y como pueblo reunido para el culto y la alabanza de Yahvé.
En el Nuevo Testamento recogiendo ese significado le da un nuevo y definitivo sentido: Iglesia designa a la nueva comunidad, al nuevo Pueblo de Dios, a la asamblea de los convocados por Dios a su reino y su gloria (1 Tes 2, 12).
Los primeros cristianos usarán la palabra “iglesia” para señalar unas veces a las comunidades locales de las distintas ciudades (la iglesia de Efeso, de Corinto, de Roma); otras veces, el conjunto de todos los cristianos extendidos por el mundo.
Basándose en la Sagrada Escritura y en la Tradición, que son las fuentes de la Revelación, la doctrina católica sostiene que: Jesucristo fundó verdaderamente una Iglesia de manera inmediata y personal, dándole una jerarquía y una estructura visible.
Y esto se fundamenta en:
- las palabras de Cristo: “edificaré mi Iglesia”, “Tú eres Pedro y sobre esta piedra”, “Te daré las llaves del reino de los cielos”.
- los hechos de Jesús: elección de los discípulos, vocación de los apóstoles, poderes supremos a Pedro, acontecimientos pascuales, venida del Espíritu Santo.
- la realidad de las primeras comunidades cristianas
Dice el Concilio Vaticano II (LG 8): “Esta es la única Iglesia de Cristo, que es nuestro Salvador, después de la Resurrección, encomendó a Pedro para que la apacentara, confiándole a él y a los demás apóstoles su difusión y gobierno, y la erigió perpetuamente como columna y fundamento de la verdad. Esta Iglesia establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él”.
San Pío X, Copatrono de la Arquidiócesis de Camagüey
Por Carlos A. Peón Casas
Pio X erigió la Diócesis de Camagüey el 10 de diciembre de 1912, por la bula QuaeCatholicaeReligioni, e igualmente designo a su primer obispo:Mons. Valentín Zubizarreta y Unamuzaga. Su vida se apagó el 20 de agosto de 1914 yel 14 de febrero de 1923 se inició su causa de beatificación. Pio XII lo canonizó el 30 de mayo de 1954.
Al ser Pio X canonizado, el tercer obispo de la diócesis de Camagüey, Mons. Carlos RiuAnglés, solicita a Roma y obtiene la aprobación de declarar a San Pio X como Copatrono de la diócesis.
El 3 de septiembre de 1955, se celebra en la Catedral de Camagüey la primera misa en honor del Santo Copatrono. En el artículo del semanario de la Acción Católica “Prensa Federada” de esa semana, se informa sobre la concesión de S.S. Pio XII a la diócesis y la descripción de esta solemne ceremonia.